Así se trate de un pobre o un millonario,
en tiempos de dificultad todos se refu-
gian en el Nombre Divino. Muchos sabios
del pasado llevaron a cabo austeridades
y se sometieron a diversas clases de vo-
tos, para difundir en este mundo la glo-
ria del Nombre Divino. El Señor Rama
nunca le dijo a nadie que cantara Su
Nombre, ni que meditase sobre Él. En
efecto, Rama declaró que todos son en-
carnaciones de la Divinidad. La princi-
pal enseñanza de Rama fue que todos
deben seguir la Verdad. Rama practi-
có la verdad a lo largo de toda Su vida,
y alcanzó la unidad de pensamiento,
palabra y acción. Por lo tanto, hasta
el día de hoy, la gente, joven o ancia-
na, canta con gran devoción el sagra-
do Nombre del Señor Rama.
-BABA
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