Quienes afirman que el Universo es real, pero
al mismo tiempo declaran que la existencia
de Dios no es más que un sueño, sólo están
dando pruebas de su propia ignorancia. Por-
que si el efecto, es decir el Cosmos, es real,
debe tener una causa, pues ¿cómo podría ha-
ber un efecto sin una causa? Dios sólo puede
ser negado si el Universo es negado. Lo que
ahora aparece como el Cosmos es en realidad
Dios. Ésta es la visión que el verdadero aspi-
rante (Sadhaka) obtendrá cuando tenga éxito
en su empeño. De hecho, lo soñado es el Uni-
verso que experimentamos. Cuando desper-
temos del sueño, en la conciencia brillará la
Verdad de que ese Universo es Dios. Desde
el comienzo de los tiempos, el Dios que su-
ponemos afuera de nosotros, ha sido tam-
bién la realidad en nuestro interior. Tam-
bién esta Verdad se hará firme, a medida
que aumente la fe.
-BABA
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