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Señor. La simple lectura de las Escrituras no es suficiente. Es
posible experimentar felicidad sólo como resultado de una acción.
Para tener devoción no existe restricción alguna de clase social,
credo o género. En la misión del Señor, el parentesco con Él se logra
únicamente a través de la devoción. ¿Qué utilidad tiene tener una
buena posición social, riqueza y carácter, sin la devoción amorosa
hacia el Señor? Como la nube que no contiene lluvia, pero que vaga
por el cielo, las personas sin devoción están a merced del viento,
independientemente de su posición social o riqueza, de su poder y la
fama que posean.
-BABA-