Un caballo salvaje es domado mediante di-
versos procedimientos. De la misma mane-
ra, es para domar a nuestra díscola mente
que tenemos la oración, los Bhajans (can-
tos devocionales) y la remembranza del
Nombre. En las etapas iniciales, el caba-
llo corre en todas direcciones, pero el do-
mador no se preocupa. Se sostiene fuer-
temente de las riendas. También la men-
te corre naturalmente en diferentes direc-
ciones, cuando comienzas con la remembe-
ranza y la repetición del Nombre; no debes
caer en la desesperación, la ansiedad o la
indecisión. ¡Sostente con fuerza de las rien-
das del Nama (Nombre Divino)! En poco
tiempo, tu habla y tus pensamientos estarán
bajo tu control. No permitas que se te acer-
que nada que te haga olvidar el Nombre del
Señor. Percibirás el beneficio de ese Nom-
bre, a su debido tiempo.
-BABA