En el camino puro y sereno de la meditación,
considerarás un deber la repetición del Nom-
bre Sagrado, y por él soportarás cualquier
cantidad de dificultades; estarás totalmente
convencido de que este mundo es tan sólo
una ilusión, de modo que harás el bien bajo
cualquier condición y en todo momento.
Desearás sólo el bien de todos, y siempre
amarás a todos; pasarás el tiempo recordan-
do al Señor y meditando sobre Él, sin inter-
rupción. Ni siquiera ansiarás el fruto de re-
petir el Nombre y hacer meditación;
se lo dejarás todo al Señor.
-BABA