¿Cómo podrían conocer la Verdad Suprema
aquellos que son conscientes únicamente
de los placeres sensuales? El ansia por los
placeres sensuales oculta la verdad al ojo
interior. Esa ansia se manifiesta de múl-
tiples maneras, creando más y más deseos
e instaurando más y más incitaciones a la
acción. Éstas ocultan la verdad a nuestros
ojos, como un grueso velo. El percibir este
velo es un gran paso en el progreso espiri-
tual. Éste es el Principio de Maya (ilusión)
del Vedanta. Desde tiempos inmemoriales,
a pesar de que la Verdad era evidente en
sí misma, esa cortina la ha ocultado de la
gente. Afortunados aquellos que alcanza-
ron una gran fuerza de espíritu, mantenien-
do a Dios como su padre, madre, gurú, ami-
go y bienamado. En su adoración, Dios les
fue más querido que cualquier cosa o cual-
quier persona, de aquí o del más allá.
-BABA