El cese de las modificaciones y agitaciones
de la mente es el requisito previo para ob-
tener una audiencia con la Divinidad. Su
sala de recepción tiene ocho puertas que
hay que atravesar: el control de los sen-
tidos internos, el control de los sentidos
externos, la postura al sentarse, el con-
trol de la respiración, el control de la
mente, la meditación y la superconcien-
cia. La meditación es el camino real pa-
ra alcanzar la superconciencia. Después
de que la mente ha sido puesta bajo con-
trol por estas ocho disciplinas, la fuerza
de voluntad puede desarrollarse fácil-
mente. El Señor, con sólo quererlo, pue-
de lograr cualquier cosa, inmediata y fá-
cilmente. En el ser humano, por lo gene-
ral, la fuerza de voluntad no es tan fuer-
te; cuando alcanzamos ese poder, obte-
nemos algo que se iguala al poder del Se-
ñor. Éste es el significado de fundirse
(laya). Este fundirse se hace posible
mediante la meditación (dhyana).
-BABA