Ten cuidado de no debatir con todo el
mundo los pros y contras de tus prác-
ticas espirituales. Si las personas con-
sultadas están transitando otro camino,
criticarán tu práctica de la repetición
del Nombre y la meditación, y la trata-
rán con poco respeto. Despreciarán tus
prácticas como demasiado elementales,
como si fueras un principiante en la es-
cuela. Como resultado, comenzarás a
dudar de la eficacia de tu camino ele-
gido. Tendrás preocupación donde an-
tes tenías alegría, y disgusto donde an-
tes tenías amor. Por lo tanto, reflexio-
na en tu interior, o consulta a quienes
hayan probado el néctar de ese Nombre.
No discutas sobre estas cosas con todos
a quienes encuentres. El tiempo que se
pasa en esas disputas está mejor emplea-
do en el cultivo de la alegría, a través de
la contemplación repetida del Nombre
(Nama) y la meditación en la Forma
(Rupa) del Señor.
-BABA