Si actualmente eres puro de corazón, es algo
que tú mismo has causado. Si la desgracia
te aqueja, también es el resultado de accio-
nes que has efectuado. Por lo tanto debes
darte cuenta de que tu felicidad y buena for-
tuna están en tus propias manos. Si así lo
decides, puedes lograr felicidad y buena for-
tuna. Si no anhelas, no ganas. Por eso, es-
tá claro que la voluntad que te es inherente
está más allá de toda etapa y condición, de
toda formación y transformación. La liber-
tad que ella representa es el resultado de
tus acciones pasadas. Es poderosa, infini-
tamente fecunda y suprema.
-BABA