Si ves al mundo con amor, aparecerá lleno
de amor. Si lo ves con odio, todo aparece-
rá como tu antagonista. Los ojos llenos de
amor brillan con esplendor y alegría. Los o-
jos llenos de odio lucen enrojecidos y temi-
bles. Tus pensamientos determinan tus ac-
ciones, tanto buenas como malas. El mun-
do exterior reflejará tus pensamientos. De-
bes considerar al Universo entero como un
templo de Dios. A todo lo que es hermoso
y grandioso en la naturaleza - las elevadas
montañas, los vastos océanos, las estrellas
en el firmamento - debes verlo como que
está proclamando la gloria y el poder de la
Divinidad. La dulce fragancia de las flores
y el delicioso jugo de las frutas también
deben verse como las prendas del amor
y la compasión de Dios.
-BABA