Debes abandonar el ansia por la comodidad
material y el apego a los objetos de los
sentidos. Debes descartar los falsos te-
mores, los deseos absurdos, la pena, las
preocupaciones y los placeres artificiales
que ahora llenan tu mente. Es decir, que
debes discernir y educarte para darte cuen-
ta de que todo es ilusiorio. Todos nece-
sitan esta autoeducación. La patética
condición que mucha gente padece hoy
se debe a su ausencia. La meditación
es el remedio para ese estado mental.
La meditación da concentración y éxito
en todas las tareas. Sólo a través de la
meditación, grandes personajes y sabios
(Rishis) han controlado sus actividades
mentales, las han dirigido hacia un ca-
mino puro (sátvico) se han establecido
en todo momento en la contemplación
del Señor, y finalmente han tenido
éxito en lograr la unión con Dios.
-BABA