Hay aceite en la semilla de sésamo. Hay
mantequilla en la leche. Hay agua en el
subsuelo. Hay fuego latente en la made-
ra. De la misma manera, el omnipresente
Dios está en el cuerpo humano y en la men-
te humana. Cuando uno quiere separarle e
identificarle, tiene que hacer esfuerzos y
emprender un Sadhana (ejercicio espiritual).
Entonces, como consecuencia del esfuerzo
y del Sadhana, uno se da cuenta de que Dios
es uno mismo, y que no hay diferencia entre
ambos. -BABA