Cultiva Prema (amor) hacia el Señor. Tiene
un potencial infinito. Hasta una cadena de
hierro puede romperse con facilidad, pero
no la cadena de amor que te une al Señor.
Recuerda, ¡hasta el más cruel de los ani-
males es dominado mediante el amor! Si
tan sólo las aguas de este amor se dirigie-
ran, no hacia los lagos o las orillas de un
río, sino al océano de la Gracia del Señor,
¡qué tarea tan sagrada sería ésta! Enton-
ces el Jivi (individuo) se daría cuenta del
propósito de la vida. Ésta es la liberación
(Moksha) más elevada. Orientar ese amor
hacia el nombre y la forma del Señor, sin
interrupción, es auténtica meditación.
-BABA