Cuando en nuestros corazones abrigamos
partidismo o fanatismo, en relación a nues-
tra fe específica o a la fe de los demás, es-
tamos atrayendo la desgracia sobre noso-
tros. No debes insistir en que todos tengan
que estar sujetos a la misma actitud, o que
todos deban conducirse según una sola inter-
pretación o comentario, con exclusión de
cualquier otra explicación posible u otro
punto de vista; o que el estilo de vida, con
todo lo que eso implica, tenga que ser el
aprobado por algún individuo o grupo. La
cultura Bharatiya (de la India) establece
que es un abominable pecado ejercer la
fuerza sobre cualquier persona, especial-
mente en asuntos del Espíritu.
-BABA