Tres tipos de actividad alcanzan a Dios y
obtienen Su Gracia: (1) aquellas que no
son motivadas por deseos personales; (2)
aquellas que emanan del amor desintere-
sado; y (3) la plegaria que se eleva desde
corazones puros. Llegan hasta el Señor
directamente, y Él les presta oídos. Las
demás son asunto de las diversas deida-
des que están a Su disposición. Por lo
tanto, las plegarias tienen que ser desin-
teresadas, estar llenas de amor, y libres
de la mancha del apego al beneficio que
la plegaria pudiera proporcionar.
-BABA