Elementos para superar la ilusión

Cuando en la oscuridad se ve una soga, por

error o ignorancia aparece como una ser-

piente, desplazando la verdad de la soga.

Cuando se conoce la verdad, y el observa-

dor piensa: "Esto no es una serpiente, es

una soga", instantáneamente la serpiente

desaparece, porque era simplemente una

falsedad.   De manera que el sentir o el

pensar pueden crear la serpiente, ¡y tam-

bién destruirla!  Recuerden esto: "La afir-

mación crea, la negación destruye".  Am-

bos son procesos mentales que se pueden

clasificar como 'pensamientos'.  Así como

piensan, eso llegan a ser.  Pensamientos

tales como "¿Es real este mundo?" y "¿Va-

len la pena las alegrías del mundo?", si bien

emanan de Ajnana (la ilusión), nos moldean

desde adentro.  Para superar la ilusión o ig-

norancia, son extremadamente útiles los

siguientes elementos:  (1) atención dirigi-

da a la ganancia Adhyátmica (progreso es-

piritual); (2) fe firme; (3) devoción; y (4)

la Gracia de Dios.  Con que sólo uno de los

cuatro esté ausente, no podremos experi-

mentar la suprema bienaventuranza del

Absoluto.                        -BABA            



La oscuridad sólo puede persistir hasta que brille la luz

Vasishta, el sabio y preceptor del Señor

Rama, le dijo: "Rama, en lugar de enre-

darte en la indagación acerca de cómo

entró la ignorancia en el ser humano, yo

te exhortaría a que dediques tus esfuer-

zos a librarte de ella".  Esta lección está

dirigida no sólo a Rama, sino a toda la hu-

manidad.  Nos ayuda a todos los que no

poseemos la percepción de la verdad que

existe tras el mundo objetivo.  Convén-

zanse de que padecen esa ignorancia, a-

bandonen la lucha y líbrense del apego a

este mundo cambiante, con el ciclo de

nacimientos y muertes.  Es esencial que

se concentren en los métodos para elimi-

nar la ignorancia; este camino con segu-

ridad otorgará la sabiduría o Jnana.  Jna-

na es luz; la ignorancia es oscuridad.  La

oscuridad sólo puede persistir hasta que

brille la luz.                       -BABA         



Mejor ser solitario que tener malas compañías

El aspirante espiritual debe buscar siempre

el Satsang (compañías nobles).  En esas com-

pañías no hay peligro de que se cultive ni la

codicia ni Icchashakti (la voluntad) de conse-

guir alguna cosa.  Sea alcanzable fácilmente

o no, busca y únete sólo a compañías nobles.

Busca y consolida la satisfacción y el conten-

to permanentes. No te distraigas tratando de

obtener satisfacciones temporales.  Es desa-

consejable para un aspirante espiritual aso-

ciarse con personas que utilizan su tiempo en

temas mundanos.  Si no consigues buenas a-

mistades, tal como se ha señalado, entonces

sé solitario; no pierdes nada por ello. Nunca

te plantees siquiera asociarte con personas

malvadas.  No albergues el deseo de estar en

el sitio en que ellos están presentes. No te de-

jes engatusar con sus artimañas.  Si cultivas

buenas cualidades y buscas buenas compañías,

entonces tanto la repetición del Nombre Divi-

no como la meditación te resultarán fáciles y

conseguirán resultados rápidos.

                            -BABA           



La verdad que nos hará libres

El espacio es uno solo. Pero como resul-

tado de la diversidad de estructuras en

las que está contenido, parece estar en-

cerrado en la casa, la olla, el edificio, la

carpa. No hay ninguna verdad en esta e-

xistencia compartimentada; es el espacio

único el que existe en todos estos recipi-

entes - casas, lagos, colinas, etc. - que

son formas y figuras, con diversos nom-

bres y distintos modos de comportamien-

to y uso.  Así también, los Jivas (seres in-

dividuales) tienen diversos nombres y for-

mas, peculiaridades, especialidades y di-

ferentes comportamientos.  Pero como el

hilo que sostiene las cuentas de un rosa-

rio, pasando a través de cada una y man-

teniéndolas unidas,  la conciencia es la

misma en todos los individuos.  La con-

ciencia es el Ser, el Atma, que por igno-

rancia es tomado por el 'yo'.  En tanto el

ser humano no comprenda esta verdad,

no podrá liberarse del dominio que ejer-

cen la multiplicidad y el cambio.

                            -BABA           



La buena compañía

Quienes nunca hablan del Señor, quienes

ni siquiera tienen conciencia de Él, quie-

nes están ocupados en multiplicar y refor-

zar los lazos del Samsara (la existencia

mundana), quienes predican y practican

la falsedad, la injusticia y la opresión, y

quienes te aconsejan que te desvíes del

camino del Dharma (acción correcta) - a

esos trátalos no como amigos, sino como

personas que deben ser evitadas a toda

costa. Asociarte con malas compañías te

conduce a cometer malas acciones en

contra de tu voluntad, a decir palabras

que no se deben decir, a hacer acciones

que no se deben hacer, y en consecuen-

cia a andar cuesta abajo camino a la rui-

na. Las personas que no temen a las con-

secuencias del pecado, ni a Dios, son ca-

paces de aventurarse a cualquier maldad;

esto no es motivo de sorpresa. Por lo tan-

to, busca la compañía de quienes temen

a Dios y al pecado; sólo ésa es la buena

compañía.                        -BABA            



La etapa superior llamada Vijnana

Muchas personas se sienten orgullosas por

haber prestado servicio a los demás.  Es-

tán ansiosas de que se les elogie como be-

nefactoras y generosas.  Esta actitud reve-

la su Ajnana o ignorancia.  Deben avanzar

hacia una etapa superior llamada Vijnana,

en la cual el corazón es transformado por

la adhesión a la verdad, la mansedumbre

y la compasión. Una persona así puede en-

tonces entenderse a sí misma, a su paren-

tesco con el Cosmos y con el Creador del

Cosmos.  Entonces vive y actúa de acuer-

do a esa comprensión, sin ignorancia, du-

da ni desarmonía.

                 -BABA



Las plegarias que alcanzan al Señor

Tres tipos de actividad alcanzan a Dios y

obtienen Su Gracia:  (1) aquellas que no

son motivadas por deseos personales; (2)

aquellas que emanan del amor desintere-

sado; y (3) la plegaria que se eleva desde

corazones puros.  Llegan hasta el Señor

directamente, y Él les presta oídos.  Las

demás son asunto de las diversas deida-

des que están a Su disposición.  Por lo

tanto, las plegarias tienen que ser desin-

teresadas, estar llenas de amor, y libres

de la mancha del apego al beneficio que

la plegaria pudiera proporcionar.

                            -BABA           



Sadguna o las buenas cualidades

Comenta siempre lo bueno de los demás.

Nunca pienses en las malas acciones de

los demás.  En lo posible, no dejes de o-

rientarlos hacia el buen camino, y darles

buenos consejos.  Debes cultivar la paz

mental, la caridad y la disposición a pro-

mover el bienestar de todos, cualidades

necesarias para esa actitud.  Éstas sólo

pueden venir de la repetición del Nom-

bre Divino y de la meditación.  La rique-

za que se deriva de la repetición del Nom-

bre del Señor y la meditación, es Sadguna

(buenas cualidades).  Las buenas cualida-

des limpian el exterior, y también purifi-

can y ennoblecen las tendencias interiores.

                  -BABA

Tipos de Karma



Las vidas de las personas están determina-

das por las actividades que cada uno adop-

ta, ya sea en las vidas previas o en ésta.

Las consecuencias de los actos efectuados

en las vidas pasadas, que afectan a esta

vida, son llamadas Prarabdha.  El Karma al

que nos dedicamos ahora, que seguramen-

te afectará al futuro, se llama Agami.  El

Karma acumulado en el pasado, que es

lentamente trabajado por la persona vida

tras vida, se llama Sanchita.  Así como una

actividad a la que nos dedicamos puede lla-

marse Karma, estar callado y quieto se lla-

ma Akarma.  Si no estás apegado a los fru-

tos de la acción que ejecutas, sino que te

dedicas a ella como tu deber y tu manera

de adorar, puedes practicar el Akarma aún

dedicándote al Karma.  Éste es el Sadhana

(ejercicio espiritual) más elevado.

                               -BABA           

El Señor es nuestro pariente invariable

No confundan estas residencias temporales con

su morada eterna.  No se descorazonen ante los

problemas evanescentes ni ante las tragedias e-

fímeras.  Sumérjanse en el esfuerzo por alcan-

zar al Señor eterno.  Todo en este mundo está

sujeto a declinar - si no hoy, al menos mañana,

está sujeto a desintegrarse.  No es correcto re-

chazar al Señor, que está relacionado con uste-

des eternamente, para distraerse por este mun-

do con el cual nos relacionamos por un breve

lapso.  Consideren el número de nacimientos

que han tenido, las incontables madres, pa-

dres, esposas, esposos, hijos, hijas, amigos y

enemigos que han tenido.  ¿Acaso subsisten

hoy?  ¿Recuerdan ellos la relación?  Para ellos

ustedes no existen, y ellos no existen para us-

tedes.  Pero ustedes y ellos tienen en común

al Señor, como el pariente invariable.  Él sub-

siste a lo largo de todos los nacimientos; Él es

eterno.  Les vigila de nacimiento en nacimien-

to.  El Señor nunca los abandonará.  ¿Qué tra-

gedía sería peor que olvidar a un Señor así?

                                      -BABA                 



El camino para santificar nuestras vidas

Los antiguos Rishis (sabios), a partir de su ex-

periencia genuina, han descrito claramente el

camino para santificar nuestras vidas.  Su re-

comendación no ha sido compaginada median-

te la lectura o la compilación de muchos libros.

De acuerdo con ellos, para llevar adelante la

pesada agenda que impone el Karma (el cami-

no de la acción), debes tener Bhakti, Jnana y

Yoga -devoción, sabiduría y autocontrol-.  El

Dharma (la conducta recta) es la raíz del gran

árbol de la religión.  Es la fuente eterna de su

fuerza.  El árbol es alimentado por las aguas

de Bhakti (la devoción).  Las hojas y las flores

son el renunciamiento y otras virtudes, y el

fruto es Jnana (la sabiduría).  En estas etapas

del crecimiento, si hay cualquier interrupción

o deficiencia, es decir, si incluso una sola nor-

ma es omitida, el fruto de la sabiduría o Jnana

que el árbol produce, se verá afectado adver-

samente.  Por lo tanto, recuerda esto, y ten

un plan disciplinado y estricto para ser cohe-

rente en tu práctica, y lograrás el progreso es-

piritual.                      -BABA



Ésta es la liberación más elevada

Cultiva Prema (amor) hacia el Señor. Tiene

un potencial infinito.  Hasta una cadena de

hierro puede romperse con facilidad, pero

no la cadena de amor que te une al Señor.

Recuerda, ¡hasta el más cruel de los ani-

males es dominado mediante el amor!  Si

tan sólo las aguas de este amor se dirigie-

ran, no hacia los lagos o las orillas de un

río, sino al océano de la Gracia del Señor,

¡qué tarea tan sagrada sería ésta!  Enton-

ces el Jivi (individuo) se daría cuenta del

propósito de la vida.  Ésta es la liberación

(Moksha) más elevada.  Orientar ese amor

hacia el nombre y la forma del Señor, sin

interrupción, es auténtica meditación.

                                                   -BABA                                  

Los 6 pasos del Sadhana

En el Sadhana (prácticas espirituales), hay 6

pasos: Sama, Dama, Titiksha, Uparati, Srada

y Samadana.   Sama, Dama y Uparati tienen

que ver con diversos aspectos del control de

la mente y los sentidos.  Titiksha se refiere

a tener ecuanimidad en la ganancia o la pér-

dida, en el placer o el dolor, y en el elogio o

la censura. Srada (la fe) es esencial en la vi-

da espiritual.  Sólo quien tiene Srada alcan-

zará la iluminación y la sabiduría.  Por ende,

cualquiera que sea el trabajo que uno em-

prenda, tiene que hacerlo con diligencia y

fe.   Samadana se refiere al contento.

Quien tenga la menor cantidad de deseos

es la persona más rica del mundo.  Quien

esté lleno de deseos es la persona más po-

bre del mundo.  Por lo tanto, uno debe te-

ner contento y autosatisfacción.  La auto-

satisfacción proviene de la autoconfianza.

La autoconfianza puede conducirle a uno

al autosacrificio, y desde allí a la auto-

realización.                  -BABA

El mundo parece un sueño

Un sueño parece real mientras estás

soñando; también el mundo, con to-

das sus penas y alegrías, parece real

antes de que alboree la sabiduría de

la realización del Ser.  Cuando la ex-

periencia divina brota en el hombre,

el mundo parece un sueño.

                -BABA

La ayuda que ofrece el Gurú

Todo ser animado tiene que alcanzar la ple-

nitud; ese es el destino.  La longitud y difi-

cultad del viaje son determinadas por la na-

turaleza del efecto acumulativo de muchas

vidas.  Para alcanzar la plenitud en el cam-

po espiritual, es muy necesaria la ayuda de

aquellos que han aprendido el camino. Esta

guía sólo puede ser transmitida de un cora-

zón a otro corazón, cuando entre el busca-

dor y el Maestro se haya establecido una re-

lación íntima.  Los textos, comentarios y li-

bros de guía, sólo hacen crecer las dudas,

la discordia y las discusiones.  La razón pue-

de desarrollar sólo la inteligencia y la habi-

lidad.  Lo único válido en el reino del espí-

ritu es la experiencia alcanzada mediante

la intuición.  Para el viaje desde la intui-

ción hasta la iluminación, muchas capas de

egoísmo y sus maldades deben ser penetra-

das y destruidas.  Un Gurú será de gran a-

yuda en esta aventura.  Porque sólo quien

ha alcanzado la meta puede guiar al pere-

grino hasta ella.  Sin el Gurú, el aspirante

tiende a vagar por terreno salvaje.

                              -BABA             



Las cuatro etapas en el viaje hacia Dios

Hay cuatro etapas en el viaje hacia Dios.

Son Salokia, Samipia, Sarupia y Sayugia.

La primera etapa es Salokia,  que es lle-

gar ante la Presencia Divina.  Desde ahí

debes progresar hasta Samipia, que sig-

nifica situarse más cerca del Gurú. Des-

de ahí te adelantas hasta Sarupia, en la

que brillas con la misma forma y esplen-

dor de la Divinidad.  Finalmente entras

en la etapa de Sayugia, que es la fusión

completa con la Divinidad. En esta etapa

la burbuja estalla y se hace una con el

Mar.  Seva (el servicio) te da la oportu-

nidad  de progresar a lo largo de todos

y cada uno de estos pasos, y fundirte

en Dios.                 -BABA

El Gurú revela la verdad

  

El Gurú te previene y te despierta.  Él re-

vela la verdad, y te anima a progresar ha-

cia ella.  A menos que tengas el anhelo,

el corazón inquisitivo y la inteligencia bus-

cadora, él no puede hacer mucho.  El ham-

briento puede alimentarse; pero el que no

tiene hambre descartará la comida como

si fuera una imposición.  El Gurú es un jar-

dinero que cuidará de la planta; pero el bro-

te debe haber nacido, antes de que él se

pueda hacer cargo.  Él no añade nada nue-

vo a la planta; sólo la ayuda a crecer de a-

cuerdo a su propio destino.  Tal vez más

rápido, tal vez más plenamente, pero no

en contra de su naturaleza interior. Él e-

limina la pobreza espiritual, al señalar el

tesoro que yace sepultado dentro de no-

sotros mismos; aconseja acerca del método

para recuperarlo, y la atención que se re-

quiere para usarlo con el máximo provecho.

                   -BABA