Una vez nacido, la muerte es el fin ine-
vitable. No obstante, es posible escapar
del nacimiento, y por tanto, de la muer-
te. Porque el nacimiento es la conse-
cuencia del Karma (acción). Embárcate
en la acción, tal como tu deber lo re-
quiera, y como una ofrenda a Dios. En-
tonces no te enaltecerás ante el éxito
ni te descorazonarás ante el fracaso,
ya que Él incita, ayuda y otorga alegría
o pesar según Él determine. El hace-
dor no tendrá ningún apego al fruto de
la acción; de tal modo que no estará
circunscrito a su consecuencia. No de-
jará ni un ápice de su personalidad que
le afecte después de la muerte.
-BABA
No hay comentarios:
Publicar un comentario